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An alfajor
Edición
Edición Digital
003

10.000 años

Texto:
Guido Lois
En colaboración con:
Mel bacaloni y Sergio Toletti
Imágenes:

Ilustración: Guido Lois. Fotografía: cortesía 10.000 años.

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Edición Digital
003

10.000 años

Texto:
Guido Lois
En colaboración con:
Mel bacaloni y Sergio Toletti
Imágenes:

Ilustración: Guido Lois. Fotografía: cortesía 10.000 años.

Se estima que entre 12.000 y 10.000 años atrás, la historia de la humanidad hizo un salto hacia el sedentarismo; una vida centrada en la agricultura como sustento. El lazo de la humanidad, la biodiversidad y su manejo del suelo que habitamos es una de las bases de nuestra existencia. Guido Lois y Mel Bacaloni fundaron Diez Mil Años, una plataforma académica online para agricultores y comensales que busca la regeneración del sistema alimentario. A través de una mirada plural de las cosas es que podemos empezar a acercarnos a nuestra historia como civilización agrícola y a nuestra relación con el alimento.
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Se estima que entre 12.000 y 10.000 años atrás, la historia de la humanidad hizo un salto hacia el sedentarismo; una vida centrada en la agricultura como sustento. El lazo de la humanidad, la biodiversidad y su manejo del suelo que habitamos es una de las bases de nuestra existencia. Guido Lois y Mel Bacaloni fundaron Diez Mil Años, una plataforma académica online para agricultores y comensales que busca la regeneración del sistema alimentario. A través de una mirada plural de las cosas es que podemos empezar a acercarnos a nuestra historia como civilización agrícola y a nuestra relación con el alimento.

Los últimos diez mil años de historia de la humanidad (que son sólo una fracción del total) se han caracterizado por una radical redefinición de nuestra relación con la naturaleza. El nacimiento de la agricultura marcó un antes y un después en cómo nos garantizamos la supervivencia de nuestra especie.

Lo que esto ha traído es la creación de unos modos de vida totalmente diferentes. Tanto es así que a la mayoría de nosotros nos sería difícil sobrevivir, tal vez incluso imaginar, la vida humana previa a esta revolución. Tal es el alcance de la civilización, y sus implicancias van más allá del tema de la supervivencia. En su libro A Small Farm Future, el autor y agricultor Chris Smaje dice que antes de la agricultura no había división entre lo sagrado y lo mundano. Los humanos se movían en un mundo plagado de espíritus. Lo que siguió fue un proceso de hipertrofia de los mecanismos de control de nuestra realidad circundante, en conjunto con una separación entre la realidad física y la espiritual, y entre el humano y el resto del mundo natural. Esto es importante, porque en base a estas separaciones es que construimos toda la serie de jerarquías sociales, económicas y espirituales que todavía hoy definen nuestros patrones de conducta. Quién tiene la tierra y quién no, quién tiene acceso a lo sagrado y quién no, son cuestiones que siguen siendo relevantes hoy en día.

Rodaje de Cosechando el sol con rumiantes, el curso de ganadería regenerativa que filmamos junto a la familia Vasquetto, del Establecimiento El Mate, y Sergio Toletti. Fotografía: Valentino Studios

Diez Mil Años es una plataforma online para la regeneración de nuestro sistema productivo. Nuestro propósito es facilitar la construcción de conocimientos de una manera que empodere a todos los actores del sistema (productores, consumidores, intermediarios, funcionarios públicos, etc.) para que reimaginemos nuestra relación con el mundo más-que-humano. Lo que ofrecemos son capacitaciones, contenido y la articulación de una comunidad alrededor de estos temas.

La idea de que el problema de la agricultura es una de las cuestiones centrales de nuestro tiempo fue primero una intuición. Si bien transitamos la primera parte de nuestras carreras profesionales en industrias apartadas de este nivel primario, nos criamos en familias ligadas a la producción de alimentos. Desde chicos comprendimos de primera mano la relación entre la destrucción de los ecosistemas nativos y la creación de capital financiero. Cuando no quede más monte para desmontar, ¿qué va a pasar? Esta es una pregunta que nos hicimos muy temprano, y que fuimos descubriendo que muchas otras personas también se han hecho. El carácter colectivo de la evolución de esta idea es importante por diferentes razones.

En primer lugar, la conciencia colectiva es un hecho que en nuestra cultura determina el curso de la historia. Los hitos de la modernidad describen la progresiva toma de conciencia de la humanidad como una unidad, del pueblo como un sujeto histórico. Nosotros trabajamos en esto porque entendimos que eso que a nosotros nos molestaba también les molestaba a otros, y somos profundamente conscientes de cómo apostar a un cambio sistémico nos puede beneficiar individualmente. En segundo lugar, parece ser que la clave para desarmar la paradoja a la cual nos enfrentamos es imposible de ser afrontada de otra manera. Un verdadero sistema holístico no puede ser pensado de manera individual, debe ser vivido de manera colectiva. La transformación que esto plantea es la de pasar de un sistema agrícola basado en recetas a uno basado en principios y resultados.

El primero busca producir conocimiento de manera particular y aplicarlo de manera general. Este es el método por el cual una persona o grupo de personas determina e impone lo que sucede en lugares que no conoce. Es lo que nos ha llevado a cultivar más o menos las mismas cosas y hacerlo de una manera similar en todos lados. Los campos de soja, maíz y trigo se ven más o menos iguales en el trópico mexicano que en la pampa seca argentina. Las consecuencias sociales son el devenir de los espacios rurales en lo que Marc Augé llama “no-lugares”: un lugar sin identidad propia, que alberga a personas sin una relación íntima y particular con el medio que las rodea. En las personas, esto también se traduce en la masificación de las dietas, donde todo el mundo come lo mismo, más allá de las condiciones geográficas. Incluso, más allá de las condiciones personales; de aquí la popularización de dietas basadas en estudios científicos a las cuales se sujetan una infinita variedad de cuerpos unidos por la búsqueda de un mismo resultado. La desconexión de los humanos con la tierra se da en conjunto con la desconexión entre nuestras mentes y nuestro cuerpo.

Más allá de juicios morales sobre este proceso de homogeneización y separación, nos parece más efectivo enfocarnos en la imposibilidad de continuar con este desarrollo. A decir verdad, la aplicación masiva de métodos industriales ha producido toda una serie de posibilidades para nuestra sociedad, de tal manera que no podríamos estar escribiendo y leyendo esto sin un contexto de tal seguridad. Sin embargo, también condiciona la pérdida de fertilidad en el suelo, porque está determinada por más factores de los cuales suponíamos y tenemos capacidad de sintetizar; produce sequía, porque los ciclos del agua varían radicalmente de lugar a lugar, y en última instancia no parecen facilitar la evolución de una cultura humana diversa, en profunda relación con su medio ambiente.

Un modelo alternativo puede estar basado en la producción de conocimiento de manera general, es decir, aportada por una diversidad de actores a través de un soporte tecnológico, para ser aplicada de manera particular de acuerdo al contexto de cada situación. Esto puede ayudarnos a recuperar una diversidad de dietas y lugares más alineada con la evolución de nuestra cultura, y al mismo tiempo hacerlo de manera relativamente rápida y masiva. Esto es decir que en vez de volver a un pasado donde degenerábamos la tierra de manera aislada (porque el problema no empezó, sólo se aceleró, con el advenimiento de la agricultura industrial) podemos avanzar a un futuro donde regeneramos de manera colectiva, pero respetando las condiciones de cada contexto.  

Por esta razón no podemos decir exactamente qué hacer y cómo, porque no nos pertenece. No podemos producir una idea, ponerle nuestro sello, transferirla y provocar una acción. Lo que podemos hacer es construir la infraestructura comunicacional para que el modelo emerja a partir de las acciones del colectivo. Nuestro objetivo es afectar un cambio real en la forma en la que se practica la agricultura. Es posible que en todo caso el resultado sea una profunda transformación epistemológica, de manera que nuestra forma de conocer el mundo pase a estar más basada en la acción, y menos en el principio cartesiano “pienso, luego existo”. Esa es la lógica que nos trajo hasta acá, y el péndulo de la historia parece dirigirse en la dirección contraria.

Equipo de trabajo extendido. A la izquierda, Guido desde algún café en California, Estados Unidos. En el cuadrante derecho, colaboradores estables y esporádicos de Diez Mil en un fin de semana de retiro y trabajo en Tanti, Córdoba, Argentina

Como ya dijimos, tampoco estamos proponiendo una involución hacia un mundo pre-científico. Pensemos en la capacidad que tienen miles de agricultores a lo largo y ancho de todo el planeta para ejecutar soluciones de manera local y compartir datos de manera masiva. La agregación de esos datos puede tener mucha relevancia a la hora de validar procesos, y no puede tener un autor individual precisamente porque el autor es un grupo de personas cuyas ideas son en última instancia organizadas por una máquina. De manera bastante tangible esto es en realidad el triunfo de la lógica moderna, porque una idea es exitosa si las consecuencias de su aplicación pueden dar lugar a algo nuevo, y eso nuevo es algo que está apareciendo, entre otros lugares, en el campo, en el suelo, a manos de los agricultores, y en este caso llamamos regeneración de nuestra relación con todo lo que es.

Bruno y Lisandro Vasquetto en el módulo de gallinas pastoriles. Las aves reciben su ración diaria de alimento, que complementan con la expresión de su especie, libres, rotando en distintas parcelas. Fotografía: Valentín, Lozita Valentino Studios
Los cosechadores. Pieter Bruegel el Viejo, 1565. En este trabajo, el espectador es transportado a un caluroso día de verano en los Países Bajos. El ciclo originalmente incluía seis pinturas que mostraban las épocas del año. El pretexto religioso para la pintura de paisajes ha sido suprimido en favor de un nuevo humanismo, y la descripción no idealizada de la escena local se basa en observaciones naturales. Fuente: https://www.metmuseum.org/art/collection/search/435809
¿Qué es la agricultura regenerativa?

En un artículo que leí hace algunos años, Paul Hawken decía que una crisis es algo bueno, porque un sistema en crisis es uno que todavía puede producir feedback, información necesaria para volver a balancear las dinámicas que lo definen. La serie de crisis a las cuales nos vemos confrontados es tan diversa, y sus consecuencias tan profundas, que necesitamos un modo totalmente diferente de pensarlas. Esto es una oportunidad para desarrollar una concepción de la naturaleza basada en sistemas holísticos y principios complejos.

Para empezar a desarmar el problema, es importante reconocer que todo esto está envuelto en cierto carácter paradójico. Si esto es una crisis de supervivencia, es diferente a cualquier otra que hayamos vivido en que a ésta la causamos nosotros. Sobre esta crisis tenemos total control y agencia, y de manera directa. La razón detrás de la desertificación de nuestras tierras agrícolas no es que no le rezamos al dios de la lluvia, ese dios ha muerto para nuestra cultura occidental, y ahora estamos solos con el hecho de que aramos demasiado la tierra y no plantamos coberturas que mejoren la estructura del suelo y la infiltración.

En la ciudad en la que vivo, Los Ángeles, el río está pavimentado para que el agua escape al mar lo más rápido posible. Al mismo tiempo, todo el sur de California se encuentra en una sequía crónica, y depende de drenar reservorios naturales a miles de kilómetros de distancia para poder funcionar. La aplicación de instrumentos técnicos que se supone deberían mejorar nuestra calidad de vida ahora la están poniendo en riesgo. ¿Por qué? ¿Cómo hacer para enfrentarnos al hecho de que la misma lógica de control que nos permitió garantizar nuestra supervivencia y prosperar en un mundo peligroso para nuestra especie, ahora sea la misma razón de que los ecosistemas de los cuales dependemos se encuentren al borde del colapso? Parece ser momento de ir más allá de lo puramente tecnológico, terrenal o espiritual. Una paradoja apunta a una crisis de sentido. Las soluciones técnicas son poderosas cuando se las considera en conjunto con las relaciones humanas, las relaciones con entidades no humanas, y por extensión el entender el mundo natural como un todo del cual formamos parte.

La razón de comenzar hace diez mil años atrás es que si no comenzamos por el principio, estamos destinados a cometer los mismos errores, una y otra vez. Uno de los problemas más relevantes de nuestra época es nuestra relación con el resto del mundo natural, y el desarrollo de la agricultura significa uno de los aspectos más determinantes del tema. Lo curioso es que aun cuando nos convertimos en maestros del control del mundo natural, parecemos incapaces de resolver nuestros propios problemas. A menudo escucho polémicas sobre agricultura convencional versus orgánica, orgánica versus agroecológica, y así, incansablemente, controversias entre personas que se empeñan en alimentar discusiones que no tienen ningún sentido.

Punta de flecha egipcia del período Paleolítico o Neolítico (90.000 - 5.000 A.C.) como símbolo de la capacidad de apertura constante de nuevos caminos que persigue nuestra especie. Fuente: https://www.metmuseum.org/art/collection/search/590925
Lisandro Vasquetto con un canasto porta rollos. Fotografía: Valentín, Lozita Valentino Studios
El árbol de la vida. Bordado de la primera mitad del siglo XVII. La abundancia del jardín de Edén como un recordatorio de la posibilidad que tenemos de trabajar en conjunto con los demás seres y fuerzas que operan en nuestro planeta para alcanzar la prosperidad como un derecho universal. Fuente: https://www.metmuseum.org/art/collection/search/229006
Sennedyem, artesano del Antiguo Egipto, recoge plantas de lino, mientras su esposa las ata en gavillas. Fuente: https://www.metmuseum.org/art/collection/search/548354
Fotograbado de un hinojo silvestre. W. H. Fox Talbot, Fenouil sauvage, 1841.Fuente: http://openscience.fr/IMG/pdf/iste_artsci21v5n2_4.pdf
“Escena de mercado, el descanso de la huida a Egipto de fondo, de Escenas de cocina y mercado con escenas bíblicas de fondo” - Jacob Matham, 1603.
Retrato de un formato que disfrutamos profundamente. El intercambio que se genera en los mercados, la posibilidad de cercanía, la frescura y cierto grado de justicia que se respira en las ferias y mercados nos acercan una forma de comercialización que sentimos necesita expandirse.Fuente: https://www.metmuseum.org/art/collection/search/729624

Hace 5 años decidí dedicarme a trabajar en agricultura regenerativa porque vi que las consecuencias sistémicas de producir un modo diferente de procurarnos el alimento parece ser la transformación más profunda y necesaria de nuestra época. Sin embargo, hoy veo que, si nos enfocamos exclusivamente en lo específico y nos limitamos a convertir la agricultura regenerativa en otra etiqueta, no vamos a llegar a ningún lado. Podemos construir un movimiento, acusar a quienes creemos nuestros contrincantes, imaginar negocios nuevos, incluso mejores tecnologías, y el resultado va a ser más o menos el mismo, porque esas son las mismas cosas que venimos haciendo hace miles de años. Este modo ya debería habernos aburrido.

Por todas estas razones, diría que la agricultura regenerativa, más que una disciplina o un objetivo, es un proceso. Si la agricultura industrial fue el proceso de controlar el mundo natural al extremo de convertirlo en una máquina, la agricultura regenerativa es el proceso de encontrar otra relación con la producción de alimentos, una más alineada con cómo funcionan los sistemas vitales. Esto no es decir que la agricultura industrial es mala y que los humanos deberíamos volver a un momento en el cual nuestra supervivencia estaba menos garantizada, es sólo que necesitamos encontrar otra manera de hacerlo. En última instancia, es una forma de redefinir la interfaz primordial de nuestra relación con la naturaleza: la agricultura, y con ello todos los sistemas que hemos construido en diez mil años de civilización.

Por eso mi deseo es que en poco tiempo la agricultura regenerativa sea una palabra que ya no necesitemos. Si alrededor de ello lo único que vamos a hacer es construir instituciones, luchar por poder e intentar almacenarlo por cualquier medio necesario, nunca vamos a aprovechar esta oportunidad de cambiar profundamente. Las personas que hoy se enfrentan a la mafia de la agricultura industrial con discursos que alienan a otros seres humanos, alimentan una dicotomía que en realidad no existe, y corren el riesgo de convertirse en sus oponentes. Esto no quiere decir que no haya una función para estas personas o que el enojo de ciertos grupos no sea entendible. Lo es, pero también es importante identificar hasta qué punto la dialéctica es relevante, y si construye una alternativa en vez de perpetuar un conflicto. Las condiciones del mundo nos piden que dejemos la estupidez a un lado y demos un real salto evolutivo en la condición de nuestra especie. En última instancia, no existe un villano más allá del que habita en nuestro propio corazón, sólo personas con diferentes opiniones sobre cómo vivir.

Nuestra organización es la plataforma que construimos para ponernos de acuerdo. Para hacerlo, es importante escuchar a personas como Sergio Toletti. En base a su experiencia y candidez, podemos poner en práctica las tareas que necesitamos para procurarnos un modo de vida que aumente las capacidades del mundo natural, y con ello las nuestras. Diría incluso que estoy seguro de que así lo vamos a hacer, porque nuestra vida depende de ello.

Bruno Vasquetto y el rodeo vacuno en Pastoreo Racional Voisin, un sistema de manejo del pastoreo, en uno de los callejones principales del establecimiento de ganadería regenerativa El Mate, en Adelia María, Córdoba, Argentina, 2021. Fotografía: Valentín Lozita, Valentino Studios
Terrazas de cultivo en la localidad de Písac, Valle Sagrado, Perú. Uno de los sitios experimentales que los Incas dedicaron al estudio de una mejora en la práctica agrícola. Fotografía: Mel Bacaloni

Procesos y resultados

Palabras: Sergio Toletti

La agricultura regenerativa no tiene una definición formal como por ahí sí lo tiene la agricultura orgánica. Cuando hablamos de agricultura regenerativa podemos pensar la manera de producir alimentos teniendo en cuenta no pasar los límites naturales desde donde la naturaleza se puede auto regenerar por sí misma. Humberto Maturana, un biólogo chileno, decía que la agricultura debía ser la mejor posible tratando de respetar los límites de la auto regeneración. En un informe llevado a cabo por Frontiers in Sustainable Food Systems, donde se buscaron varios trabajos que hablaban de agricultura regenerativa, se vio que muchos la definían por los procesos usados (manejos o técnicas para mantener un suelo funcional), otros la definían por los resultados buscados y otras definiciones incluían tanto los procesos como los resultados buscados.

Los procesos a los que se hace referencia cuando hablamos de regeneración son los siguientes: 1) Perturbar lo menos posible el suelo, tanto física como químicamente. 2) Mantener los suelos cubiertos. 3) Mantener la superficie fotosintetizando, o sea con plantas vivas, el mayor tiempo que permita el ambiente. 4) Tratar de mantener la mayor biodiversidad posible. 5) Integrar animales a los sistemas.

Estos son los cinco principales, de los que se habla más habitualmente, aunque se podrían tranquilamente sumar más. Por otro lado, es importante entender que estos procesos tienen un porqué en el agroecosistema, una función, y deben ser aplicados teniendo en cuenta contextos como clima, gusto o capacidades del productor, relieve, etc. La clave para comprender un poco mejor los procesos es aprender cómo funciona el suelo y el ecosistema, cómo la naturaleza crea fertilidad, y tratar de volcar estos conocimientos a nuestra agricultura.

Resultados
Secuestro de carbono

Este es uno de los resultados más nombrados de la agricultura regenerativa. Las plantas, a través de la fotosíntesis, son capaces de secuestrar dióxido de carbono, que luego queda acumulado de manera más o menos estable en forma de materia orgánica. Uno de los mayores sumideros de carbono es el suelo. Esto quiere decir que la agricultura puede convertirse en una herramienta para capturar el exceso de dióxido de carbono que existe en la atmósfera y mitigar los efectos del calentamiento global.

Salud del suelo

Un suelo sano es lo mismo que decir “un suelo funcional”, que bien manejado es capaz de generar plantas sanas y productivas. Dice un libro de hace muchos años que los insectos tienen aversión por plantas criadas en suelos sanos y productivos. La salud del suelo es el resultado de las interrelaciones entre su química, física y biología.

Valor nutricional

Si bien no hay demasiada información sobre esto, la correlación entre materia orgánica y disponibilidad de nutrientes parece apuntar a una transferencia
directa en la calidad de los alimentos producidos. La densidad nutricional de lo producido en la agricultura regenerativa es superior no solo en minerales sino en microbiología y fitomoléculas como vitaminas y antioxidantes.

Por último, no hace falta un estudio científico para comprender, a través del sentido común, que un suelo rico va a producir alimentos más ricos. Antes del método científico, nuestro sentido del gusto evolucionó para orientarnos en el mundo y darnos información sobre qué es bueno para nuestro cuerpo y qué no. Es por esto que un tomate de la huerta tiene mucho mejor sabor que uno producido de manera industrial.

Si bien estos principios y resultados tienen sentido, su función tiene que servir solamente para orientar a los agricultores o las personas que quieran cambiar su forma de producir y alimentarse. Cada productor tiene que ser capaz de generar su propia técnica mediante el conocimiento, la capacidad de innovar y sobre todo con el uso del sentido común que se adquiere cuando uno es observador y trabaja todos los días en su suelo.

Las tecnologías exógenas deberían ser utilizadas de manera extremadamente selectiva. Al comienzo de la revolución verde, estas eran sumamente innovadoras, pero hoy en día se han vuelto repetitivas, con una marcada tendencia hacia la estandarización. He tenido la oportunidad de ver cultivos en muy distintas zonas geográficas realizados con la misma tecnología, con la misma receta, siendo los contextos totalmente distintos. Cada finca tiene su contexto, sus particularidades, y esto tiene que hacer que se vean distintas. Sólo teniendo en cuenta su contexto pueden los agricultores convertirse en innovadores por derecho propio, y recuperar la autonomía en su profesión. Todo esto se logra con conocimiento, que se puede adquirir fácilmente y como dije también, con sentido común. Por último, existe la oportunidad de poder asesorarse en cosas puntuales y de compartir conocimiento con otros agricultores. Todo esto debería ser suficiente para regenerar la salud de su suelo con nuestros propios medios.

Decía Jorge Samuel Molina que toda tecnología que te venden es para compensar la falta de fertilidad de tu suelo y eso, la fertilidad, es algo que se construye, no se compra. Al basarse en conocimiento, en sentido común, la agricultura regenerativa es capaz de regenerar una nueva ruralidad, ya que no se necesita de tecnologías costosas y altos usos de energías fósiles, cada vez más escasas e inviables. 🐟

Bibliografía
  1. Smaje, C. A Small Farm Future: Making the Case for a Society Built Around Local Economies, Self-Provisioning, Agricultural Diversity, and a Shared Earth. 2020.
  2. Augé, M. Los «No Lugares» Espacios del anonimato. Una antropología de la Sobremodernidad. 2000.
  3. Rysavy Fernandez, T. A Plan To Reverse The Climate Crisis. Entrevista a Paul Hawken. Medium. 2017. https://medium.com/@ GreenAmerica/a-plan-to-reversethe-climate-crisis-46affb513d8f
  4. Newton, P.; Civita, N.; Frankel-Goldwater, L.; Bartel, K. y Johns C. What Is Regenerative Agriculture? A Review of Scholar and Practitioner Definitions Based on Processes and Outcomes. Front. Sustain. Food Syst. 2020. 4:577723. doi: 10.3389/ fsufs.2020.577723